Esta claúsula aparece en multitud de escrituras de préstamos hipotecarios.
El banco fija un límite mínimo que beneficia a la entidad bancaria y perjudica al particular que ha solicitado el préstamo, ya que cuando los tipos bajan la cláusula impide que disminuya la cuota mensual.
Tras la sentencia dictada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea el cliente tiene derecho a recuperar todo el dinero abonado indebidamente desde la fecha de la firma de la hipoteca.